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Dermatitis atópica en bebes, consejos y tratamiento

1.- ¿Qué es la dermatitis atópica?

La dermatitis atópica o eccema atópico es una enfermedad inflamatoria de la piel, no contagiosa y de carácter hereditario, asociada a una piel seca y fácilmente irritable. Se manifiesta con lesiones que provocan un picor intenso y puede afectar a cualquier parte del cuerpo.

Las lesiones de la piel aparecen en las mejillas, la barbilla, los muslos, los brazos y el abdomen. Esta localización de las lesiones evoluciona con el tiempo, aunque suele desaparecer con la edad. En caso de que continúe toda la vida, normalmente alterna etapas de mejoría con otras de empeoramiento o brotes agudos.

La suma de dermatitis atópica, rinitis alérgica y asma se denomina enfermedad atópica. En el 70% a 80% de los niños se encuentran antecedentes familiares de esta afección.

2.- ¿Quién padece dermatitis atópica?

La dermatitis atópica afecta por igual a ambos sexos, aunque durante la adolescencia es más frecuente en mujeres que en hombres. Puede surgir a cualquier edad, aunque suele ser más común en bebés y niños, antes de los 2-3 años e incluso en los primeros meses de vida.

La prevalencia de esta patología disminuye con el crecimiento: si bien en la infancia llega a entre el 10% y el 20%, en la mitad de los casos desaparece a los tres años y, en el 75%, antes de llegar a la adolescencia. En el resto de casos, puede persistir durante muchos años.

3.- ¿Qué provoca la dermatitis alérgica?

La dermatitis atópica es una enfermedad inmunológica de base genética hereditaria. El organismo de la persona que padece este problema reacciona de manera exagerada a determinados estímulos ambientales, lo que provoca disfunciones en su barrera cutánea. Las alteraciones en la función barrera es un factor determinante que permite la entrada de alérgenos a través de la piel.

La piel de las personas con esta dolencia experimenta un cambio la epidermis, que pierde agua por evaporación y adquiere un aspecto seco. La barrera epidérmica nos sirve de protección frente a los agresores externos; la alteración de esta barrera por una mutación en una proteína de su estructura llamada filagrina puede alterar la función de la epidermis y favorecer el desarrollo de una dermatitis atópica.

4.- ¿Qué síntomas produce?

La distribución de la dermatitis es característica y varía según se trate de un lactante, un niño o un adulto.

En el lactante: suele comenzar con un enrojecimiento de las mejillas que progresa hacia la frente, pabellones auriculares, mentón, cuello y cuero cabelludo, generalmente respetándose el triángulo nasolabial (nariz y labios). En el cuerpo afecta a la parte anterior del tórax y a las superficies dorsales de las extremidades, mientras que las zonas de pliegues permanecen libres.

En el niño (de los 2 a los 12 años): quedan afectados fundamentalmente los pliegues por donde se doblan los brazos y las piernas. Otras localizaciones frecuentes son las muñecas, los tobillos, el cuello, los pliegues de los glúteos y la cara, sobre todo las zonas cercanas a la boca y los párpados.

En el adulto: el eccema crónico de manos puede ser la principal manifestación de la dermatitis atópica. Otras localizaciones frecuentes son los párpados y el cuello, donde se deben excluir otras causas de eccema como el contacto. En los casos de dermatitis grave, la manifestación puede consistir en una piel roja y descamada generalizada.

Los síntomas de la dermatitis atópica, que alterna siempre episodios de mejoría con otros de empeoramiento, abarcan:

  • Piel reseca y escamosa. El picor intenso y la distribución típica son claves para el diagnóstico.
  • Comezón o prurito.
  • Grietas detrás de las orejas.
  • Sarpullidos en las mejillas, brazos y piernas.
  • Erupciones en el cutis y en la piel detrás de las rodillas, en las manos y los pies y en el área interior de los codos.
  • Las zonas donde se han producido lesiones persistentes pueden quedar blanquecinas, debido a una pérdida del pigmento transitorio o prolongado.
  • En casos muy graves, la piel de los niños puede infectarse con bacterias, virus o distintos tipos de herpes u hongos.
  • Además, el rascado al que con frecuencia impulsa el picor puede provocar enrojecimiento, hinchazón, rajaduras, llagas con secreciones de líquido claro, costra y piel gruesa.

5.- ¿Cómo se trata la dermatitis atópica?

«Como la dermatitis atópica básicamente es piel muy seca la cual reacciona y produce las lesiones características de esta enfermedad, lo primero que se tiene que hacer es hidratar la piel, necesitamos usar jabones muy suaves que se llaman syndets y luego usar un humectante ó un hidratante, actualmente hay hidratantes especiales que reemplazan filagrinas que es lo que está fallando en la piel logrando reponerlo.

Luego para la parte roja que está inflamada, lo que se usa son corticoides tópicos, pero estos deben manejarse con mucho cuidado ya que pueden producir efectos secundarios, de no mejorar se necesitarían tratamientos sistémicos que deben ser administrados por un dermatólogo» recomienda nuestro especialista en dermatoogía pediátrica, Dr. Héctor Cáceres

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